Fue muy rápida y un tanto tenue, un ráfaga veloz, que solo pude ligeramente apreciar, pero que lo cambio todo y me hizo de nuevo ponerme en guardia.
Con la llegada del atardecer y la caída de la noche, comenzaban a apreciarse cada vez mejor, los destellos de varios focos tormentosos que se estaban formando al otro lado de las montañas, a escasos km sobre el mar.
Y ese fue mi siguiente reto, intentar buscar un sitio adecuado y preparar equipo para poder fotografiar este nuevo regalo y sorpresa.
Así, me desplace unos cuantos km mas adelante, atravesando la localidad de Sorbas (Almería) y al rato pude encontrar el sitio adecuado. Monte el equipo, completo y comencé a trabajar...


Las descargas se sucedían con regularidad, casi en su totalidad de forma intranube.

La luz del atardecer, que envolvía la escena con una iluminación mágica, iba cediendo terreno a la noche iluminada por las descargas.


Y la magia tomo las riendas de la noche, revelando después de cada cierre de obturador un paisaje y escena únicos para toda la eternidad.


Conseguir la foto ideal, después de una maravillosa jornada, es una sensación muy difícil de explicar.

Y cuando la noche se dejo caer por completo desde el cielo iluminando tenuemente con sus estrellas, salieron a caminar por el firmamento los gigantes, velando por los sueños de los que aun se atreven a hacerlo.


(Dedicado a todos los que me seguís, pero muy en especial a Inma. Gracias.)
Sígueme y conoce más en Twitter: @josestormchaser
No hay comentarios:
Publicar un comentario